SET DE DELANTAL Y MANOPLAS

¿Os apetece ver algo nuevo y divertido en la web? ¡Hoy os muestro un juego de delantal y manoplas para un regalo!

En mi grupo de amigos es tradición, en los últimos años, celebrar el amigo invisible. Y como no puede ser de otra manera, yo procuro incluir un regalo hecho por mí.

El año pasado ya incluí el delantal en mi regalo, así que este año quise repetir la gracia. Como me había tocado regalarle al más cocinitas de mis amigos, decidí complementarlo con un juego de manoplas. Así que, una vez ideado fui a por el tejido.

Necesitaba un estampado molón, guata y bies. Esta tela de calaveras me pareció ideal porque el negro del fondo hace que sea sufrido y si se mancha cocinando disimule hasta que vaya a la lavadora, y las calaveras en tonos naranjas le dan mucha vivacidad. La verdad que iba buscando motivos de cocina, pero esta me gustó nada más verla y me decanté por ella. Para el bies estaba claro que tenía que ser naranja, ¿no?

Una vez comprado todo, hice los patrones para poder empezar a confeccionarlo todo.

Para las manoplas corté seis capas de guata y cuatro de tela por cada una, y lo cosí haciendo el pespunte clásico en rombos característico de las prendas guateadas. Una vez hecha cada mitad, las cosí y rematé el borde con el bies, haciéndole un ganchito para colgar con él.

Para el delantal corté un bolsillo central en un mostaza que contrastaba. Todo el borde está rematado, también, con un bies, que hace las veces de lazo para atar en la espalda.

Para presentar y complementar mi regalo utilicé una bandejita de desayuno sobre la que coloqué el juego de delantal y manoplas junto con un par de cervezas, unos posavasos y un tarrito de trufas de chocolate que yo misma hice siguiendo la receta de Una Tartina, Una historia. 

¿Qué os parece esta idea de regalo? A mi me encanta preparar estos detalles, y disfruto del proceso al 100%.

MASCARILLAS II

Llegó el momento de publicar la tanda de mascarillas navideñas aquí en mi web.

Yo me adelanté bastante, y el primer día de noviembre ya os la mostré en mis redes sociales, pero como he incluido algunos lisos a esos cuatro modelos, me apetece tenerlas oficialmente aquí.

Como en las tandas anteriores, cada mascarilla se compone de tres capas: dos exteriores en popelín de algodón 100% y una interior de filtro hidrófugo -repele el agua y microgotas actuando como barrera para virus y bacterias- tratado con parafina, lo que le aporta propiedades antiadherentes y repelentes, que es el mismo que llevo utilizando hasta ahora. Y aunque yo he combinado cada una con goma blanca o negra, vosotros podéis decidir de qué color queréis la goma de vuestra mascarilla.

Paso a mostraros los diseños.

Se trata de siete diseños, cuatro en estampados navideños -fondo crudo con ramitas de acebo, fondo verde con trineos, Papá Noel y árboles con purpurina, estampado variado de árboles de navidad, regalos y copos de nieve con un viso dorado, y fondo verde con copitos de nieve en dorado de distintos tamaños- y tres lisos, dos tonos distintos de verde y el clásico negro.

El precio de la mascarilla es 6€, gastos de envío gratuito (península, Canarias y Baleares). UNIDADES LIMITADAS.

Tanto para adquirir tu mascarilla, como para cualquier duda podéis contactarme en cualquier red social, o enviarme un correo a cynthiasolomando@gmail.com

MASCARILLAS

Este jueves, en vez de mostrar un nuevo diseño, me apetece hacer una recopilación de encargos especiales de mascarillas, y aprovechar así para avisar de que a finales de esta semana publicaré mi tercera tanda de mascarillas.

Las dos anteriores fueron un éxito, y sois muchos muchos los que me seguís preguntando por ellas, así que he querido continuar confeccionándolas.

Este es un encargo para un aficionado oviedista. La mascarilla está confeccionada en algodón azul marino y lleva el escudo del Real Oviedo.

Este fue uno de los encargos más especiales. Los papis de Daniela me encargaron un vestido para ella, que publicaré más adelante, y dos mascarillas para ellos dos que incluyera un bordado muy significativo para los tres. Así que yo añadí una mascarilla más para Dani.

Un set de mascarillas para Diego. Su mami me encargó unas cuantas para que el peque tuviera una para cada día de la semana, una vez empezado el cole.

Los tres modelos de la primera foto estarán incluidos en la nueva tanda de mascarillas, junto con más estampados y bastantes lisos. Como novedad, algunas llevarán la goma en color negro.

TOP VERSACE

Hoy os muestro el último diseño antes del nuevo Ciclo de Moda. El jueves que viene comienza el Especial BBC: boda, bautizo y comunión, en el que cada jueves de julio publicaré un diseño de inspiración invitada.

Pero ya os contaré más el próximo jueves.

Hoy le toca el turno a este cuerpo de estampado Versace. En realidad, forma parte de un conjunto de dos piezas, pero tendréis que esperar a que termine el ciclo de moda para ver la segunda parte.

El diseño de hoy se parece mucho al top rojo. Este en concreto lleva una botonadura central, que es funcional, pero que no es necesario abrochar y desabrochar para ponerte el top, ya que lleva una goma en la espalda para facilitar la tarea.

Le hice una botonadura central, para la que escogí unos botones planos de nácar de 8mm, porque me parecía que el estampado ya era bastante protagonista y pedía un estilo más discreto para ello.

En cuanto a las mangas, seguí la misma dinámica que para el top rojo, de manera que puedo llevarlas subidas en el hombro como en las fotos de hoy, o bajadas, haciendo forma de tirante caído, opción que os enseñaré más adelante.

Tanto en la copa como en la bocamanga lleva una goma para recoger todo el frunce, y poder subirla o bajarla a tu antojo.

Como ya os conté en alguna ocasión, son pocas las veces que confecciono prendas superiores para mí misma, pero sin duda esta es de mis favoritas hasta el momento.

CUERPO ASIMÉTRICO

Para sobrellevar mejor la cuarentena los psicólogos recomiendan que sigamos, dentro de lo posible, con nuestras rutinas.

Por ello, mientras pueda seguir recurriendo a mi hemeroteca personal, no quiero faltar a nuestra cita de los jueves, para la que, a diferencia de otras veces, he traído solamente una parte de arriba, prenda a la que en el mundo de la costura nos referimos como cuerpo para no especificar más.

El diseño de hoy se trata de un cuerpo asimétrico en blanco, color que últimamente llama mucho mi atención y me apetece usar a todas horas.

Respecto al patrón, en el delantero hice la pinza de pecho, pero obvié la de talle, porque en un principio no lo quería pegado, sino que pretendía que ablusara un poco al introducirlo en pantalón.

Otra opción sería haber renunciado a ambas pinzas, ya que el tejido tiene cierta elastina (se trata de un crepé bielástico). Estas son decisiones que hay que valorar antes de cortar.

Dado que al principio mi idea era la de un cuerpo sencillo y de estética informal, es decir, la de un básico para tener en mi armario, rematé el escote con un bies del mismo tejido, con la puntada vista, de manera que visualmente resultara neutro.

Sin embargo, cuando vi el cuerpo terminado, este me pedía algo que lo hiciera salir de esa calificación de “básico”. Así que, con un trozo de género sobrante, hice un volantito doble que le añadí en la copa de la manga. Y creo que así la prenda ganó mucha gracia.

Para enseñaros el diseño, yo lo combiné con unos pendientes llamativos, porque, como ya había comentado en alguna otra ocasión, me encanta recurrir a este tipo de complementos para potenciar los look sencillos. Y, además, opté por un fuerte de la temporada: los pantalones efecto cuero.

¿Cómo lo combinarías vosotros cuando hayamos salido de esta?

Mucha fuerza.

SET MONOCROMO

Toca, por fin, dedicarle una entrada de mi blog a un pantalón, concretamente a un palazzo.

Debemos su creación al diseñador y perfumista parisino Jean Patou, quien descubrió el amor por la moda tras trabajar con su tío, pelero de profesión. Patou, cuya fama se debe a sus prendas deportivas, pretendía desafiar  las modas del momento para crear nuevas tendencias.

 Y, así, en 1932, cuando la mujer llevaba ya una década mostrándose más independiente, el diseñador siente la necesidad de proporcionarle holgura al pantalón de la mujer. Nace así el pantalón Fomentor, bautizado en honor al Hotel Fomentor (Bahía de Pollença, Mallorca) que, por su arquitectura vanguardista y por hospedar a celebridades como Grace Kelly o Charles Chaplin, era símbolo de glamour y de modernidad. De hecho, la primera imagen que tenemos de esta prenda es la de María José de Bélgica, última reina de Italia, quien luce el pantalón en los jardines de este emblemático hotel.

Pero hay que esperar a los años 70 para que el palazzo alcance su era de máximo esplendor, cuya popularidad se debe al boom de la saga Los Ángeles de Charlie, protagonizada por tres mujeres guapas, inteligentes y luchadoras que, en cada capítulo, eligen este tipo de pantalón para resolver sus casos.

Hoy en día es habitual ver este diseño en sus múltiples versiones tanto en las pasarelas como en tiendas. A ver qué os parece la mía.

Este palazzo es el primer pantalón que confeccioné para mí. Me apetecía un pantalón fresquito de verano, que también pudiera usar de diario. Tendría, por tanto, que conjuntar bien con playero, ya que no uso tacón en mi día a día.

Vi este tejido color teja en el atelier donde iba a mis clases, y me enamoré de él nada más tocarlo. Y es que resulta ideal para cualquier diseño veraniego: súper fresquito, fluido y aunque se arrugue fácilmente, tiene un punto a favor, y es que plancha de maravilla. De hecho, alguna compañera más lo empleó en otros de sus trabajos.

Me puse inmediatamente a preparar los patrones: modifiqué las pinzas del delantero para hacer unos pequeños pliegues encontrados con los que darle más fluidez a la pernera, y añadí al trasero los mismos centímetros, para que ambos tuvieran la misma amplitud.

Con la tela que sobró confeccioné un cuerpo para disponer del set completo. Quería que fuera algo vaporoso y sencillo, por lo que industrialicé el patrón para conseguir un diseño ancho con manga murciélago. Dado que el conjunto ya iba a ser bastante llamativo, una parte de arriba demasiado elaborada le restaría elegancia.

Además, son dos prendas versátiles que combino tanto juntas como por separado.

Estoy tan cómoda con este diseño que creo que voy a confeccionar algún que otro palazzo más para este verano. ¿Cómo lo preferís? ¿Liso o estampado?

LITTLE BLACK DRESS

Hoy os hablo de un clásico de la moda que es, además, un imprescindible en todo armario: el little black dress.

El little black dress o LBD es un vestido de color negro sencillo que, en moda, se categoriza como un «fondo de armario».

Para saber su origen hay que remontarse a 1926, ya que en octubre de este año la gran Coco Chanel sorprendía en la portada de Vogue America con un boceto de un vestido negro de cintura baja, por debajo de la pantorrilla y con escote a la caja.  Más tarde se convertiría en uno de sus sellos.

Inmediatamente las chicas flapper lo tomaron como símbolo de modernidad y libertad con el dejar atrás el estilo encorsetado finisecular. Muchas lo combinaban con el sombrero cloche o campana, un clásico de la época que la misma Coco utilizaba.

A partir de este momento comenzarán a darse miles de versiones del LBD.

Algunos ejemplos emblemáticos son los que han quedado para la posteridad en la gran pantalla: desde el palabra de honor de satén que lució Rita Hayworth en Gilda (Charles Vidor, 1946) para quitarse sensualmente uno de sus guantes largos a ritmo de «Put the blame on Mame» hasta aquel Givenchy combinado con una gargantilla de perlas blancas ―guiño intertextual a una de las obsesiones de Coco Chanel― con el que Audrey Hepburn miraba el escaparte de Tiffany’s en el Nueva York de Desayuno con diamantes (Blake Edwards, 1961). También en esta década encontramos a Brigitte Bardot, quien aportó su toque francés a una versión más sexy, que marcaba cintura con su corte lápiz y seducía con su prominente escote cuadrado.

Pero si hay alguien en la historia de este vestido que lo luciera con elegancia soberbia, esa es Diana Spencer, Lady Di, quien en 1994 eligió un diseño en seda negra para asistir a un evento de Vanity Fair en Londres. Si bien al principio había optado por un Valentino más sobrio, tras desvelar el príncipe Carlos su infidelidad por televisión tan solo unas horas antes del evento, decidió rescatar este vestido, que por ser demasiado arriesgado llevaba tiempo guardado en su armario, para con la sensualidad de su escote, que dejaba al aire los hombros, desafiar al protocolo y arremeter contra la Casa Real. Sus otras dos armas fueron los salones negros y la gargantilla de perlas con zafiro central. Y lo consiguió, pues al día siguiente fue ella, y no su marido, quien ocupó todas las portadas. Este LBD, de la no muy conocida Christina Stambolian, fue bautizado por los medios como modelo Venganza y se convirtió, como la misma Lady Di, en un icono de los 90.

Mi versión del little black dress no tiene aspiraciones tan ambiciosas como las de la princesa Diana. Bromas aparte, la idea de este fondo de armario surgió porque me apetecía trabajar con neopreno y poder aprovecharme de su condición elástica.

El vestido consta de dos partes: una falda de pliegues encontrados bastante anchitos, y un cuerpo con manga larga y escote bañera. Yo no tenía que desafiar a ningún protocolo, pero dada la sobriedad del color, los hombros descubiertos aportan claridad al diseño. 

Volviendo al neopreno, lo bueno de este tejido es que no deshilacha, así que no fue necesario hacer ningún tipo de pespunte en el bajo. No obstante, sí lo di en las mangas para evitar que, con el uso, el tejido pudiera ceder y el contorno de la bocamanga se estirara.

Le añadí una cremallera invisible en la espalda, y listo.

Aunque este diseño, como el de Lady Di, lleva algunos años en mi armario, tiene potencial para alguna ocasión concreta. Por ejemplo, la última vez que lo puse fue en San Juan 2019, fecha en la que en Asturias puedo utilizar manga larga sin problema.

Y, vosotras, ¿cuándo lo pondríais?

Nos vemos el próximo jueves.

KIMONO JAPONÉS

Hoy os muestro una prenda nunca vista (hasta ahora) en mi blog: un kimono.

El kimono es una prenda exterior que tiene su origen en el homónimo atuendo japonés.

Como pequeña nota de historia de la moda os cuento que, a principios del siglo XX, fueron los diseñadores franceses Madeleine Vionnet, precursora del corte al bies, y Paul Poiret, quienes comenzaron a fijarse en esta prenda nipona y a emplear algunos de sus elementos en sus colecciones. Este último ya se inspiraba en el orientalismo para sus diseños.

Así que como imaginaréis, la historia del kimono es tan amplia como variedades tiene. En la moda actual podría hacer las veces de nuestro guardapolvo en un tono formal o del cárdigan en uno informal.

Aquí os muestro una de mis versiones.

A la hora de confeccionar, hay veces que primero pienso en el diseño y luego busco el tejido, y otras que, por el contrario, me viene la inspiración cuando tengo la tela en mi mano.

Este fue el caso del diseño de hoy, ya que, al ver este satén de grandes cuadros y flores, y esta combinación de colores, el japonismo inundó mi cabeza: tenía que hacer un kimono.

No era la primera vez que confeccionaba uno, pero sí que lo hacía largo. Era un pecado no aprovechar todo el diseño del tejido y hacerlo cortito.

Industrialicé el patrón para obtener el cuerpo y la manga, y guiándome por el estampado del tejido, los coloqué en él para cortar de manera que pudiera aprovecharlo al máximo.

Como también podéis apreciar, jugué con los colores para obtener una manga negra y otra cruda, y las rematé con dos tiras de tejido que cogían el juego de rayas verdes, presentes también en el bajo ―rematado a su vez con una puntada de doble orillo― y en la tira que bordea el escote del cuello.

Por dentro está trabajado completamente en costura francesa, para que ningún cosido sea visible si le damos la vuelta, que, para ocasiones como ésta, a mi parecer, le restaría belleza.

Detalle de la costura francesa
Aquí se aprecia cómo cuadran las distintas franjas de colores en la costura lateral

Al final, como me sobró un cuadradito de tela, confeccioné un pañuelo.

Para mostraros el conjunto, opté por un vaquero y una camiseta, ambos básicos, para lograr así una combinación que le da el protagonismo del kimono, combinación que me encanta hacer.

Sin duda este es uno de los outfits que más me definen: conjunto básico, tanto en diseño como en color, que adquiere personalidad con la potencia estética del kimono.

Y a vosotros, ¿os gusta?

VESTIDO MAXI

Hoy es el turno de un diseño sencillo, pero súper cómodo.

Se trata de un vestidito corto, estilo oversize, inspirado en esos maxi jerseys que sirven de vestido.

Llevaba tiempo viéndolos en páginas de street style de mil maneras distintas: en diferentes tejidos y escotes, con un ribete de un color distinto en las mangas…  Yo lo que buscaba era que el mío tuviera una apariencia más próxima a la de vestido que a la de jersey, lo que determinó la elección de la tela.

Escogí un género azulón tipo scuba, una especie de punto de neopreno que, sin embargo, no llega a dar tanto calor. Además tiene un cierto relieve estriado, lo que le da un toque de originalidad.

En cuanto al patrón, partí del base delantero y trasero, que industrialicé después para así crear la forma del vestido, y añadí finalmente los centímetros de costura. Aunque no suelo explicarlo en mis posts, este es un proceso que siempre se lleva a cabo, pues el patrón buscado ha de partir necesariamente de la modificación de un patrón base.

Le puse una manga algo caída por encima de la muñeca, una manga que a mí me gusta remangar un poquito para darle un toque aún si cabe más desenfadado.

Una vez llega el buen tiempo suelo llevarlo sin medias, con playeros veraniegos y con un collar llamativo. No obstante, en esta ocasión decidí encajarlo en un estilismo más elegante, gracias a estas medias de topos tan bonitas y femeninas y a estos pendientes que, en el mismo color, ganan protagonismo dentro del look.

¿Os gusta esta idea de vestido oversize cortito? Yo, que soy fan de las prendas sueltas, estoy encantada con él.

¡Nos vemos en una semana!

INVITADA IV

Le toca el turno a otra de mis invitadas: mi amiga Laura, en una boda en la bella Italia.

Laura había sido invitada a una ceremonia informal en Montecchio Maggiore, que tendría lugar en junio de 2019. Un mes antes, a principios de mayo, estuvimos pasando juntas un fin de semana en Sevilla, momento que aprovechó para pedirme consejo sobre qué llevar al evento.

Ella tenía en mente una falda midi que fuera la protagonista del look, así que, tras elegir un popelin de estampado tropical, puso su confianza en mis manos. La combinaría con un crop top blanco asimétrico que había comprado para el evento.

Junto con el estampado alegre, vistoso y veraniego, el vuelo, que se consigue al fruncir los dos largos a la cintura, es el principal atractivo de esta prenda. Elegí también la cinturilla ancha, que son mis preferidas, y cremallera lateral invisible.

La falda de Laura es un claro ejemplo de que no necesitamos tirar la casa por la ventana para asistir a una boda y de que tampoco es necesario lucir algo excesivamente formal que, después del evento, permanecerá guardado en el armario hasta la siguiente ocasión.  

¿Qué os parece este estilo de falda? Con tanta falda midi me empieza a entrar el gusanillo de confeccionar una para mí…