Toca, por fin, dedicarle una entrada de mi blog a un pantalón, concretamente a un palazzo.

Debemos su creación al diseñador y perfumista parisino Jean Patou, quien descubrió el amor por la moda tras trabajar con su tío, pelero de profesión. Patou, cuya fama se debe a sus prendas deportivas, pretendía desafiar las modas del momento para crear nuevas tendencias.
Y, así, en 1932, cuando la mujer llevaba ya una década mostrándose más independiente, el diseñador siente la necesidad de proporcionarle holgura al pantalón de la mujer. Nace así el pantalón Fomentor, bautizado en honor al Hotel Fomentor (Bahía de Pollença, Mallorca) que, por su arquitectura vanguardista y por hospedar a celebridades como Grace Kelly o Charles Chaplin, era símbolo de glamour y de modernidad. De hecho, la primera imagen que tenemos de esta prenda es la de María José de Bélgica, última reina de Italia, quien luce el pantalón en los jardines de este emblemático hotel.
Pero hay que esperar a los años 70 para que el palazzo alcance su era de máximo esplendor, cuya popularidad se debe al boom de la saga Los Ángeles de Charlie, protagonizada por tres mujeres guapas, inteligentes y luchadoras que, en cada capítulo, eligen este tipo de pantalón para resolver sus casos.
Hoy en día es habitual ver este diseño en sus múltiples versiones tanto en las pasarelas como en tiendas. A ver qué os parece la mía.

Este palazzo es el primer pantalón que confeccioné para mí. Me apetecía un pantalón fresquito de verano, que también pudiera usar de diario. Tendría, por tanto, que conjuntar bien con playero, ya que no uso tacón en mi día a día.

Vi este tejido color teja en el atelier donde iba a mis clases, y me enamoré de él nada más tocarlo. Y es que resulta ideal para cualquier diseño veraniego: súper fresquito, fluido y aunque se arrugue fácilmente, tiene un punto a favor, y es que plancha de maravilla. De hecho, alguna compañera más lo empleó en otros de sus trabajos.
Me puse inmediatamente a preparar los patrones: modifiqué las pinzas del delantero para hacer unos pequeños pliegues encontrados con los que darle más fluidez a la pernera, y añadí al trasero los mismos centímetros, para que ambos tuvieran la misma amplitud.

Con la tela que sobró confeccioné un cuerpo para disponer del set completo. Quería que fuera algo vaporoso y sencillo, por lo que industrialicé el patrón para conseguir un diseño ancho con manga murciélago. Dado que el conjunto ya iba a ser bastante llamativo, una parte de arriba demasiado elaborada le restaría elegancia.

Además, son dos prendas versátiles que combino tanto juntas como por separado.

Estoy tan cómoda con este diseño que creo que voy a confeccionar algún que otro palazzo más para este verano. ¿Cómo lo preferís? ¿Liso o estampado?
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