TRAJE DE FLAMENCA III

Hace algo más de un mes que terminó la feria de Sevilla 2023, pero hasta ahora no he podido sentarme a preparar tranquilamente el post de los vestidos de este año.

Todos los años me hago un traje para mí, pero este tuve la oportunidad de hacer también el de mi amiga Marta. Los dos son prácticamente iguales, con pequeñitas diferencias entre ellos, pero el mismo concepto. Las dos queríamos un diseño sencillo que pudiéramos combinar de varias maneras y así darle más vida y aprovecharlo otros años.

Os cuento un poquito, como siempre, acerca del proceso.

Como cada vez, partí del patrón base. Hice costadillos hasta el hombro e industrialicé para conseguir la manga de flamenca, que lleva una particularidad para tener margen a la hora de subir el brazo para bailar.

En el vestido de Marta puse un volante, y en el mío dos, rematados con un cordoncillo.

Para que los volantes del vestido abrieran incluí tanza en el repulgo del cordoncillo.

Los dos vestidos llevan dos volantes fruncidos. En el de Marta se los había planteado de capa sin frunce, pero en la prueba decidimos cambiarlo y añadirle el frunce porque nos gustaba más su resultado.

Como veis, Marta escogió hacerse su traje de flamenca en buganvilla. Es un color de lo más versátil porque permite bastantes combinaciones. Al igual que el mío rojo. Ella escogió la flor y el mantoncillo crema con el bordado en negro, y pendientes y broche en dorado. Por mi parte, un día lo combiné con todo en rojo y otro en cremas, igual que Marta.

Igual que los otros años, incluí el bolsillo debajo del último volante, utilicé cremallera vista -los trajes de flamenca la llevan así porque es más resistente que la invisible, y sabemos que estos vestidos van apretados a más no poder-, y rematé todo el escote con el cordón que llevan para que quede bien aposentado y que se anuda atrás y se esconde hacia adentro.

En las fotos podéis ver las dos combinaciones que os contaba arriba. El primer día recurrí al mantoncillo rojo con tres rosas rojas en un lado, y el broche a juego con las peinetas de monedas que llevaba en el otro lado del pelo. El tercero me puse el mantoncillo beige en un hombro y un ramillete de flores rojas, beige y fucsia, está vez sin broche. El segundo y el cuarto me puse el vestido negro del año pasado.

Ahora nos toca esperar un largo año hasta la feria de 2024 y empezar a pensar en colores, estampados y combinaciones posibles. ¡Cada año me gusta más la moda flamenca!

DRAPEADO DE TERCIOPELO

Ya se acercan las navidades, y con ellas el regalo del amigo invisible, así que hoy os voy a mostrar el que hice yo el año pasado. Seguramente ya conozcáis a mi amiga invisible porque ha salido algunas veces aquí en mi web, ella es María.

Los últimos años siempre me había tocado regalar a chicos, así que estaba deseando que la suerte hiciera de las suyas y saliese por fin chica para poder hacerle una prenda algo más especial. Y así fue, no sabéis qué ilusión me hizo. Por lo general soy una persona a la que le gusta «currarse» los regalos, intento pensar en qué gustos tiene es persona, y cuando lo tengo decidido creo una atmósfera que lo envuelva todo.

En esta ocasión lo tenía bastante claro. Después de la última nochevieja, en la que debido a las restricciones no pudimos hacer nada, y en vistas de que la de 2021 se planteaba distinta -aunque finalmente no fue así-, se me ocurrió hacer un vestido para que María celebrara la salida y entrada en el nuevo año con él.

Entonces preparé todo creando así el «kit perfecto para Nochevieja». En él incluí, además de la prenda, una sombra básica y una brocha para ella, un iluminador, una sombra de brilli-brilli en un tono que combinara a la perfección con sus bonitos ojos verdes, y, cómo no, unas pestañas postizas. Y lo coloqué todo en la cajita que véis.

Vamos entonces a hablar del diseño. Ya sabemos que en Asturias hace mucho frío la noche del 31 de diciembre, así que me decidí por un vestido que fuera lo más calentito posible, es por eso que lo hice de manga larga.

Escogí un terciopelo elástico azul marino para que se adaptase mejor al cuerpo -aunque tenga las medidas de María, quería que le quedase bien a la primera-. Me apetecía muchísimo trabajar en un drapeado por primera vez, y aunque reconozco que me dio miedo hacerlo muy pronunciado porque, repito, era la primera vez que lo hacía, el resultado fue una espalda protagonista pero discreta, justo lo que quería. En el lado que principalmente sería el delantero hice un escote barco para compensar.

Y, como veis, puede colocarse tanto en la espalda como en el delantero. Al ser un tejido elástico trabajé sin pinzas, y eso hizo posible dicha particularidad.

Ya sé quién es mi amigo invisible este 2022, ahora me toca pensar ideas… Si os ha gustado que le dedicara un post al del año pasado puedo preparar algo chulo para el de este, ¿Qué me decís?

INVITADA VIII

Como leéis en el título, hoy os muestro un nuevo diseño para la ocasión. Siempre repito cuánto disfruto el proceso de cada invitada, pero si la idea principal es algo distinto y nuevo para mí, como sucede en el caso de Laura, más.

Laura tenía claro al 100% el groso de su diseño: mono de pantalón culote estrecho, corte en la cintura, espalda escotada y, por supuesto, el color. El resto lo dejaba de mi mano. Y cuando la idea está tan cerrada, mi trabajo entra en detallar mínimos aspectos, con permiso, eso sí, de la invitada. De estos os cuento luego.

Industrialicé el patrón delantero para trasladar las dos pinzas al costado, y obtener así una pinza francesa, que en cuerpo con pecho favorece y a mi, particularmente, me gusta mucho. El escote lo hice barco para poder darle protagonismo a la espalda.

Entre las dos ideamos una espalda escotada, dando opción a que Laura pudiera llevar sujetador, y consiguiendo así una espalda asimétrica e irregular.

El escote superior lo hice con una forma tipo pico pero con los dos lados redondeados; el de abajo es más pequeñito, delimitando con la cintura del pantalón. Cierra con un botón forrado en el mismo crepé del mono, que es meramente decorativo porque su premisa era «comodidad y practicidad». Laura no quería necesitar ayuda a la hora de poder ir al servicio -todas sabemos que esto siempre es un rollo-, así que su espalda es totalmente decorativa, el mono cierra con una cremallera lateral y botones en el hombro.

Este detalle nació de la necesidad de abrir un poquito más la prenda para poder quitarlo y ponerlo sin problema -como os cuento, el cierre de la espalda no era funcional-. Hice cuatro presillas de hilo con sus cuatro botoncitos, también forrados y de esta manera, y un poco de maña, Laura podría desabrocharlos y abrocharlos con su mano derecha.

El bajo lo dejamos a la altura del talón; a Laura le gustaba así y, de esta manera, mostrar la sandalia tan mona en un amarillo pálido.

¿Qué os ha parecido esta propuesta para una boda? Yo soy fan de las chicas que arriesgan y se atreven, tanto con diseños como con los colores, y Laura lo ha hecho por todo lo grande. Gracias de nuevo, Laura, por confiar en mí y darme tanta libertar para trabajar en el diseño ideal para una ocasión tan importante como la boda de tu mejor amiga. ¡¡Gracias siempre!!

INVITADA VII: MADRINA

Sabéis lo que me gusta trabajar en las invitadas. Me encanta que me contéis vuestra idea y construir juntas vuestro diseño perfecto. Hoy os muestro uno que, por dos razones, es para mí doblemente especial: primero, porque es mi primera madrina y, segundo, por la persona que lo luce.

Conozco a Susi desde hace unos cuantos años y, en una de mis visitas a Asturias, me contó que en abril se casaba el segundo de sus hijos y que a ella, que iba a ser la madrina, le hacía ilusión que yo confeccionara el diseño. No os imagináis lo emocionante que fue para mí y, por supuesto, le dije que sí.

Ella tenía clara la idea: su diseño ideal era un dos piezas de falda lápiz midi y blusa cruzada con manga. Yo le propuse hacer la falda un poquito más especial, ya que iba a acompañar a su hijo al altar. Tendríamos que buscar el algo que la diferenciase de una invitada más.

No obstante, dudaba en el color. Entre las variadas opciones de colores y tejidos que le mostré a Susi y, aconsejada también por su familia, escogió este crepe azul empolvado. Utilizaríamos este tejido tanto para la blusa como para la falda. Para esta última, escogimos además un encaje para superponer y otorgarle así el toque del que os hablaba antes. Os cuento un poquito más:

Partí, como cada vez, del patrón base de falda, luego le hice las clásicas pinzas de talle en el delantero y en el trasero, industrialicé para hacerla lápiz y añadí la tapeta en el trasero para hacerle la abertura con solapa. La prenda va forrada en su interior con un tejido de forro en un tono parecido.

Finalmente, incluimos un fajín que va integrado en la cinturilla y aproveché la blonda del orillo del encaje para que este fuera el bajo de la falda. Dos detalles que resultaron todo un acierto.

En cuanto a la blusa, como a Susi le gustaba cruzada, de nuevo partí del patrón base que industrialicé para eliminar pinzas visibles, trasladando su profundidad entre el talle y el hombro. En esta zona le hice dos pequeños pliegues y dejé libre el bajo para que ablusara al meterla por dentro de la falda.

En la espalda anulé también las pinzas, y añadí esa holgura trabajándola en un canesú. De esta la prenda adquiere más imagen de blusa.

Para las mangas me apeteció incluir un poquito de volumen en la copa para darle gracia y subir, visualmente, el hombro. A Susi le gustaba que esta prenda llevara un puño ancho a la altura del antebrazo, así que dejé holgura en la bocamanga para que fuera recogida con él y quedara efecto farol.

En los hombros añadí una tira con automáticos para que introdujera por dentro el tirante del sujetador y así no se moviera del sitio, un truquito que proporciona comodidad. Rematé el bajo de toda la blusa con el pespunte de doble orillo.

Susi estuvo más que acertadísima eligiendo un zapato de punta en un precioso nude y la cartera en azul oscuro, combinado con un chal en este mismo azul que utilizó para la entrada en la iglesia. También apostó por una diadema repleta de pequeñas florecitas en estos mismos tonos, que le realizaron de forma artesanal en Una Pila de Cosas, Mieres.

Como veis, el conjunto quedó de 10 y Susi no podía irradiar más felicidad. Mil gracias de nuevo, Susi, por apostar por mí, ponerte en mis manos y confiar a lo largo del proceso. Tantos nervios juntos han valido la pena, y siempre guardaré en mi cajita de recuerdos que tú fuiste mi primera madrina.

INVITADA VII

¡Hoy es mi turno! ¡Por fin tengo un evento al que acudir y hacerme mi propio diseño!

En este caso mi invitación fue a una comunión en Oviedo, y no sabéis lo que disfruté el proceso, tanto de llegar a la idea del conjunto como de pensar en colores y tejidos. Parecerá una tontería, pero aunque me apasiona trabajar en mis invitadas, hacerlo en el diseño que iba a lucir yo me encantó.

Tenía muy claro que quería innovar y llevar algo distinto a lo que suelo confeccionar. Al fin y al cabo no sé cuando volveré a tener la oportunidad de volver a vestirme para ir a una celebración así. Me rondaban la cabeza varias ideas: estilo 70’s, chaleco -prenda que no puede estar más de moda-, y un color potente.

Las dos primeras se complementan a la perfección, pero al ser mayo y en Asturias tenía que asegurarme ir preparada para que lloviera y estuviera frío, así que enseguida visualicé mi conjunto con una blusa llena de frunces y volumen. ¿Y qué hay mas setentero que unos pantalones campana? ¡Nada!

En cuanto al color, me apetecía mucho un verde lima u oliva, pero no tenía ninguna expectativa de encontrarla en las tiendas de tela en las que compro mis tejidos. Por mucho que un color se ponga de moda, a veces es muy difícil encontrarlo, pero tuve suerte y ahí estaba esperándome nada más entrar. No pude ser más feliz en este momento. Mi segunda opción era un lavanda, que me hubiera encantado igualmente.

Así que aquí está el resultado. Voy prenda a prenda:

Para el pantalón partí del patrón base que industrialicé para sacarle el ancho característico de la campana en el bajo y asegurarme de que la rodilla estuviera bien estrechita -odio cuando esta zona queda floja y con arrugas en pantalones que son pegados-. También le hice la tapeta para añadirle una cremallera delantera y dos botoncitos en la cinturilla. En esta ocasión no le hice bolsillos.

Con el chaleco utilicé el patrón base de cuerpo, trasladé las pinzas para conseguir un costadillo que fuera a la sisa y le hice la formita característica en en el bajo aunque muy disimulada. La verdad que me apetece volver a repetir con esta prenda y hacerme otra para lucirla este verano. En la espalda le añadí las dos tiras que salen de los costados y que se utilizan para ajustarlo, aunque en mi caso era totalmente de adorno. Para cerrar el chaleco le hice ojales y añadí unos botoncitos en el mismo verde.

En el caso de la blusa llevé la pinza de pecho al cuello y dejé sin hacer la de talle para que hiciera ese efecto ablusado una vez la introdujera en el pantalón. Añadí una tira al cuello que cerraba en la espalda en un lazo. La manga es estilo farol -que lleva volumen tanto en la copa como en la bocamanga-. Añadí un puño ancho, que no hace justicia al resultado tan bonito porque en las fotos no me di cuenta que lo tenía algo retorcido hacia un lado.

Y aunque os cuento que esta es mi elección para evento, os enseño también otra forma de lucirlo más informal: solo chaleco y pantalón, con cambio de complementos. En esta ocasión escogí mi bolsito de lentejuelas, que me encanta, y pendientes y anillo personalizado de la marca asturiana Daughter of Style.

¿Cuál de las dos os gusta más?

INVITADA VI

Como sabéis, ya estamos en plena temporada BBC: boda, bautizo y comunión. Yo soy muy fan de estos eventos -este año por fin he tenido uno y he podido confeccionar un diseño para mí-, y me encanta poder mostraros a mis invitadas. Hoy os enseño la elección de Claudia.

Claudia era otra de las invitadas de la boda para la que confeccioné el vestido de María del Carmen. Ella optó también por un liso rojo con la clara idea de combinarlo con un kimono estampado.

La idea inicial del kimono era hacerlo en terciopelo, pero no encontramos ninguno que nos convenciera, así que al ver este crepé finito casi georgette fuimos a por él. Además, combinaba a la perfección con el rojo gracias a los tonos que tenía en su estampado.

Os cuento un poquito acerca del vestido. Claudia me contó las ideas de las que partía y yo me use a trabajar en el diseño perfecto bajo esas directrices. Le propuse hacer un vestido con líneas verticales que cuadrara con la forma del kimono, que utiliza mucho la línea recta. La idea era un vestido sin corte en la cintura pero con una costura central de la que saliera el escote en pico y la abertura. Nos decantamos por un largo midi y forma bastante rectita, sin llegar al lápiz.

En el delantero le hice la pinza de pecho y la de talle la resté en la cintura. En la espalda hice la pinza tal cuál.

Otro de los parámetros de Claudia era la hombrera. A ella le apetecía, y cuadraba al 100% con la esencia del vestido. Las forré con el mismo crepé rojo y subí 1 cm en el patrón para ganar ese espacio en el hombro.

Dejamos la manga larga y rematé todo el bajo y la abertura con un pespunte visto para que le restara formalidad.

Pasamos al kimono. Partí, como siempre, del patrón de kimono base que utilizo para esta prenda, con la diferencia de alargar el bajo hasta la altura del vestido. En esta ocasión lo forré con un georgette en negro para que le diera algo más de cuerpo y peso.

Añadimos unos flecos en el bajo porque a Claudia le había gustado la idea, y rematé todo el cuello y mangas con una tira del mismo tejido y su puntada invisible. Y también incluí un cinturón para que pudiera usarlo cerrado e incluso llevarlo tipo vestido

La combinación de complementos que escogió Claudia me parece acertadísima, y no puedo más que presumir de invitada. ¿Qué os parece esa idea para un evento?

TRAJE DE FLAMENCA II

Hoy vengo a mostraros el segundo traje de flamenca que he confeccionado en mi vida. Como sabéis, el primero fue en 2019, y dos años después le tocaba el turno, por fin, a un nuevo diseño.

En aquella Feria 2019 me enamoré de todos los trajes negros que vi, me parecían de lo más elegantes y distintos, así que tenía claro que en algún momento de mi vida me haría uno así.

Partiendo del patrón, realicé los base delantero y espalda con cadera, a los que añadí el largo deseado, y trasladé las pinzas delanteras a un costadillo llevado a la sisa.

El escote lo dejé barco bastante cerradito y escoté en la espalda justo hasta donde el sujetador me permitía. En este caso, me decanté por una manga larga normal,. Como ya había hecho la clásica con el volante, me apeteció cambiar.

Añadí a mi vestido dos volantes cortados en media capa y fruncidos, y los rematé con tanza -el típico nylon que se utiliza en la pesca-, para que le diera ese movimiento tan carecterístico.

Todo el escote va rematado con un bies con un cordoncillo dentro. Este truquito no lo sabía cuando confeccioné el de 2019, pero todos los trajes de flamenca están rematados así, de ahí que esos escotes milimétricos en delantero y espalda no se mueva ni un ápice.

Añadí a mi vestido el bolsillito que llevan todos que haga las veces de bolso para llevar las cosas necesarias y que estén camufladas.

Y, como veis -y os conté en Instagram- añadí unas hombreras con flecos y flores para una segunda opción, teniendo de base el traje negro.

¿Qué opción os gusta más?

CONJUNTO DE BEBÉ II

Comencé el 2021 mostrándoos un conjuntito de braguita y vestido para el primer cumpleaños de la bebé Ana, y hoy es momento de enseñaros un nuevo diseño para la peque. El tiempo pasa superrápido, y llegó su cumpleaños número dos, así que de nuevo tuve el encargo de hacerle un trajecito, y yo, al igual que la primera vez, más que encantada.

Para la ocasión la premisa era solamente vestidito. Esta vez quise arriesgar algo más con el estampado, así que me incliné hacia uno más infantil y menos «de bebé». Encontré este popelín de conejitos tan divertido y colorido que me enamoró nada más verlo. También tenía claro que quería añadirle pequeños toques de color en un liso, pero me costó un mundo elegir cuál. Creo que acerté escogiendo este amarillo vivo.

La base del vestidito es prácticamente la misma que el anterior, canesú hasta un poquito debajo de la sisa del que sale la parte de la falda fruncida. Volví a optar por la abertura en la espalda para comodidad de Ana y de sus papis a la hora de ponérselo.

Como comentaba, quise añadirle contraste con un liso. Para ello opté por un volantito en el escote, que bajé un poquito más en la espalda y dejarlo más cerradito en el delantero.

Al igual que el volantito del cuello, añadí un lazo en la espalda. Este detalle tenía doble intención, pues a la vez que adornaba, hacía las veces de ajuste en caso de que le quedara algo flojito.

Esta vez, y como se puede apreciar en algunas fotos, rematé el escote y las sisas con un bies, y cerré la espalda, de nuevo, con automáticos.

Sabéis lo que me gusta incluir algún detallito en mis encargos, así que esta vez no podía ser menos. Hice unos pequeños lacitos que cosí a unos coleteros para que baby Ana los luciera a juego con su vestidito.

¡No me digáis que no está preciosa! ¡Es toda una muñequita!

De nuevo, muchas gracias a María por encargarme este regalito tan tierno, y a su mami por cederme las fotos.

FALDA DE FLORES

Esta semana dimos la bienvenida a la primavera, es por eso que hoy publico esta faldita de flores tan propia para la estación.

Tenía este tejido guardado desde hace bastante tiempo, si soy sincera no sé desde cuando. Cuando compro tejidos, algunas veces lo hago con el diseño en mente, buscando la tela apropiada para él, pero muchas otras -que suele ser la mayoría- compro las telas y las almaceno, y en algún momento se me ocurre la prenda ideal a la que destinarla. Así que era momento de darle salida al tejido que os enseño hoy.

En cuanto al patrón, partí del base, como siempre, para sacarle un evasé y añadirle un mínimo vuelo. Esto se consigue anulando la pinza de talle, y abriendo su profundidad en el bajo. Esto, sumado a los 3 cm del evasé, le otorgan ese vuelo tan discreto.

Para este diseño me apeteció añadirle cinturilla invisible, además de la cremallera lateral. También escogí darle un toque con la puntada en color rojo a 3 cm del bajo.

Y, aunque sea primavera, el tiempo todavía está para lucir ropa más abrigada, así que combiné la falda de manera más invernal, aunque estoy deseando darle un aire más propio de su estampado y enseñárslo. ¿Os gusta?

KIMONO POR ENCARGO

Hoy toca recibir a un viejo amigo en la web: el kimono.

En esta ocasión, os muestro uno que he realizado por encargo para la mami de una de mis chicas -me encanta llamaros así después de haber confiado en mí para vuestra prenda-.

Sabéis que siempre suelo incluir un coletero scrunchie de detallito con cada pedido, pero como la destinataria de la prenda luce pelo cortito, nos decantamos por un pañuelo que combinara con el kimono.

Como veis en la foto, siempre remato la tira del cuello y mangas con una puntada a mano invisible.

Y también aprovecho para enseñaros la presentación. Me encanta mimarla tanto como a vuestra prenda y cuidarla al máximo.

Y ahora que se acerca la temporada BBC, ¿os gusta ver esta prenda cada vez más integrada en los looks de evento?