FALDA DE FLORES

Esta semana dimos la bienvenida a la primavera, es por eso que hoy publico esta faldita de flores tan propia para la estación.

Tenía este tejido guardado desde hace bastante tiempo, si soy sincera no sé desde cuando. Cuando compro tejidos, algunas veces lo hago con el diseño en mente, buscando la tela apropiada para él, pero muchas otras -que suele ser la mayoría- compro las telas y las almaceno, y en algún momento se me ocurre la prenda ideal a la que destinarla. Así que era momento de darle salida al tejido que os enseño hoy.

En cuanto al patrón, partí del base, como siempre, para sacarle un evasé y añadirle un mínimo vuelo. Esto se consigue anulando la pinza de talle, y abriendo su profundidad en el bajo. Esto, sumado a los 3 cm del evasé, le otorgan ese vuelo tan discreto.

Para este diseño me apeteció añadirle cinturilla invisible, además de la cremallera lateral. También escogí darle un toque con la puntada en color rojo a 3 cm del bajo.

Y, aunque sea primavera, el tiempo todavía está para lucir ropa más abrigada, así que combiné la falda de manera más invernal, aunque estoy deseando darle un aire más propio de su estampado y enseñárslo. ¿Os gusta?

TOP BABYDOLL

Vuelta a la normalidad en la web con un nuevo diseño: un top veraniego.

Siempre os cuento que, no sé por qué, pero siempre suelo confeccionar más otro tipo de prendas que partes de arriba. Creo que es porque me divierte más juguetear creando distintas faldas, vestidos, prendas exteriores que tops, y puede que sea porque para ellos busco un concepto más básico. Aunque cuando se me ocurre algún diseño me lanzo a por él y me atrevo. Supongo que será cuestión de tiempo.

Hoy os muestro un top de lo más veraniego, partiendo del tejido -un algodón bordado-, pasando por el color, para terminar por su diseño.

Os adelanto que es la parte superior de un conjunto, que os enseñaré completo dentro de algunas semanas. Hoy el protagonista es él.

Para llevarlo a cabo partí del patrón base con pinza de pecho, que trasladé a la sisa para obtener dos costadillos, que me gusta más que la típica pinza. Bajé el escote hasta un punto en el que me sintiera cómoda y acorté la cintura, a la que añadí un volante aportándole esa gracia que me recuerda al vestido babydoll.

Como va cortado con una forma palabra de honor, cosí dos tiras del mismo tejido para que hicieran de tirante, anudadas formando un pequeño lazo. Para facilitar la tarea de ponerlo y quitarlo le añadí una cremallera invisible en un lateral.

Detalle del bajo

Yo os lo muestro con un tejano tobillero, pero estoy deseando que veáis el look completo.

¿Os atrevéis a adivinar qué prenda complementa al top?

BLUSA – KIMONO

¡Ya es primavera! Las prendas de colores claritos y alegres empiezan a invadir los escaparates, tanto físicos como virtuales, y a mí me va apeteciendo vestir un poquito más acorde con esta estación.

Yo tenía este satén de rayas reservado para un look lencero y, como tengo bastantes metros, me apeteció emplearlo en una blusa-kimono que pueda usar indistintamente como una u otro ahora que llega el buen tiempo.

Para cortarla utilicé el patrón de kimono, el mismo que empleé para la colección cápsula del verano.

En esta ocasión coloqué las rayas de forma vertical, no porque estilicen más (que también), sino porque me encajaban mejor para ambas prendas. Hice lo mismo que con un kimono ordinario: le añadí una tira de 5 cm el cuello y los puños, y lo confeccioné con costura francesa.

Y como en esta ocasión voy a utilizarlo también de blusa, le puse dos trabillas y confeccioné un cinturón para cerrarlo con el clásico nudo a la cintura, que ya os mostraré más adelante.

Como veis, una prenda versátil y ponible. Vosotras, ¿la pondríais como blusa o como kimono?

VOLANTES Y FLORES

Cuando publiqué el vestido de flores una de vosotras me dijo que era la primavera hecha vestido. Me encantó esta metáfora tan bonita para describirlo, metáfora que también podría aplicarse al que hoy os enseño, en el que el fondo blanco y las florecitas evocan a la primavera más alegre. De hecho, me doy cuenta de que trato de emular esta estación con muchos de los estampados que elijo.

Esta vez escogí un satén y, aunque veáis mucho tejido con tanto volante, es una tela fresquita e ideal para el diseño que tenía en mente, que parte de un vestido base al que fui añadiendo volantes.

Cada uno mide 15 cm de alto y, como van fruncidos, necesitan tener bastante ancho —oscilan entre metro y medio y dos metros— para dar un vuelo decente. Todos están rematados con la puntada de doble orillo.

Para los tirantes corté dos tiras del mismo tejido y los cerré con un pespunte a máquina, colocado a la altura deseada. Si os fijáis, quise que el escote de la espalda bajara más que el delantero.

Esta ocasión también quise evitar pecar de corta, pues en los diseños cortos me gusta más que se acerque a la altura «mini» que a la rodilla. Me apetecía que mi vestido fuera un poco más largo que lo que acostumbro a confeccionar y darle así un largo distinto que resulta, quizás, más elegante.

Aunque no descarto quitarle un volante más adelante. ¿Qué opináis vosotros?

VESTIDO DE FLORES

Hace unas semanas que comenzamos la primavera, así que hoy os muestro un diseño inspirado en ella. En este vestido se juntan dos de mis elementos, si no favoritos, más recurrentes: las flores y el volantito en el bajo.

Después de haber confeccionado el vestido de cuadros tartán decidí hacer una versión más primaveral. Y, ¿qué hay más representativo de esta estación que las flores? Así que, de entre todos los tejidos con dicho estampado, escogí este satén que, si bien es un reto porque se resbala mientras lo trabajas, el resultado es de lo más vistoso.

En cuanto al patrón, partí del base con cadera, al que trasladé al cuello la profundidad de la pinza de pecho, donde se crean esos pequeños pliegues. Como en el vestido tartán, acorté el largo de hombro para conseguir un escote halter, y le añadí una tira, esta vez de dos centímetros, para anudar en la espalda.

Una vez decidido el largo, bajé en recto desde la sisa hasta ese punto en la cadera, por eso el vestido queda flojo en vez de ceñido a la figura.

Finalmente, me puse con el volante. En esta ocasión lo corté doble, de manera que no se viera ningún pespunte en el bajo. Y, para darle ese toque especial, introduje entre él y el cuerpo del vestido un bies de raso en rojo.

También utilicé un forro de punto en un tono crudo para rematar por dentro el cuerpo del vestido. De este modo queda más “limpio”.

Además, de él se puede decir que es el vestido de la suerte, porque la noche de San Juan en la que lo estrené, hace ya tres años, nos tocó a mis amigos y a mí un bingo especial, por lo que todos marchamos con un regalo de la tómbola del parque. Yo elegí una tostadora.

Por último, comentar que, al igual que en el post anterior, las fotos están hechas con anterioridad al estado de alarma y que, aunque llevo más de un año y medio viviendo en Sevilla, por unas razones o por otras, todavía no he vivido el ambiente de la Semana Santa. Ánimo en este Jueves Santo tan atípico.

#YoMeQuedoEnCasa #MeQuedoCosiendo