SKORT MILAN

Hoy traigo una novedad a mi web, y es que os enseño la primera prenda que he confeccionado con un patrón que no es mío. Os cuento.

Conocí a Sandra hace ya bastantes meses -de manera virtual-, porque, junto con otras 5 colegas, nos lanzamos de cabeza a formar parte de la organización de CostuMET Gala, que si no recordáis lo que es, o ni siquiera lo sabéis, os dejo aquí el enlace al post donde os contaba un poco acerca de ello.

Ella tiene una maravillosa web donde vende tejidos, patrones, diseños confeccionados por ella y también sube tutoriales a Youtube con truquitos o el paso a paso de algunas de sus prendas. Su web es COSIENDO PUNTADAS, si hacéis click en el nombre os lleva directamente.

Pues a finales de año publicó en su Instagram una faldita con shorts incorporados debajo -el nombre skort viene de la mezcla de sus nombres en inglés: skirt+short-, y a mí me encantó: el skort Milan. Así que compré el patrón para hacerme el mío.

Para ello me hice una tela antelina en color teja. Creo que nunca he utilizado este tejido, así que cuando lo vi en la tienda me animé, así también tendría ese toque distinto a o que suelo confeccionar.

Los patrones vienen en varias tallas escaladas y con indicaciones para su montaje. Es superfácil de conseguir, y además te ahorras un buen tiempo de patronaje, que a veces es la parte que más pesada se puede hacer. En estas indicaciones Sandra incluye una tabla de tallas con las equivalencias, así no hay dudas de cuál es la tuya.

Y este es el resultado de mi versión del Skort Milan. He de reconocer que al ser pantalón es de lo más cómodo, y sin necesidad de una tela llamativa ya es el protagonista del outfit. ¿Os gusta que haya introducido esta novedad en mi web?

Rojo San Valentín

Este lunes es el día de los enamorados, y para celebrarlo os muestro este vestido en este color tan intenso y bonito: el siempre acertado rojo pasión.

Esta prenda fue mi regalo a mi amiga María en su 29 cumpleaños. Justo hace un año publiqué este vestido que a ella le encantó, y quiso encargarme uno similar, pero yo me adelanté y se lo hice llegar justo para el 18 de abril. Eso sí, me tomé la licencia de hacérselo en este tejido que todavía me tiene enamorada.

Si hay un color con el que relacione a María es el rojo, así que cuando fui en búsqueda de la tela para hacérselo, y se me cruzó este brocado, supe que era el idóneo.

Para confeccionarlo partí del patrón base, que industrialicé para sacar los volantes. Ambos dos llevan el ancho y mitad de la parte superior a la que va cosido.

Aquí os enseño cómo iba a mitad del proceso. Me gustaba cómo quedaba sin mangas, pero ya sabemos que en Asturias eso es arriesgare bastante.

Así que para las mangas le saqué un poquito de gracia a la copa, algo menos que al mío.

Rematé todo el cuello con un bies del mismo brocado. Esta vez, como novedad, cosí la etiqueta junto con el pespunte del bies del cuello, y me gusta mucho lo bien integrada que queda así.

Y el bajo con un pespunte a máquina.

Como veis, María combino su vestido con unas botas camperas en negro, y me encanta lo informal que queda el look de esta manera y el aire country que le aporta.

¿Cómo lo hubierais combinado vosotras?

BLUSA BABYDOLL

Hoy cambio por fin de temática y os enseño una prenda de lo más bonita, preppy y también distinta.

Esta blusa nace de un regalo para Alicia en su cumpleaños, y está inspirada en el vestido babydoll que publiqué el pasado febrero. Habíamos reservado este tejido que habíamos escogido para hacerle una diadema con anterioridad para en un futuro destinarlo a una prenda para ella. Y la elegida fue esta.

Para patronarlo partí del cuerpo base para sacar la parte de arriba; industrialicé para deshacerme de pinzas y obtener las demás piezas.

En cuanto a os volantes, los corté de manera que pudiera hacer la doblez superior y que fueran distintos al típico fruncido y cosido sin más. El primero lleva el ancho y la mitad del cuerpo, y el segundo el ancho y mitad del primero.

El bajo va rematado con un cordoncillo hecho con la remalladora, y en vez de hacerlo en verde lo hice en negro para que contrastara, además quedaba superbién porque el propio tejido tiene toques de este color.

La manguita la hice corta y farol, con goma tanto en el hombro como en la bocamanga, de manera que puede llevarse encajada o cayendo hacia el brazo.

Todo el escote va rematado con un bies de la misma tela y una puntada invisible todo alrededor.

¿Qué os parece este tipo de prenda? Yo he de reconocer que, cada vez que veo las fotos, paso envidia por no tener una igual en mi armario.

FALDA LENTEJUELAS

Hoy os enseño una prenda, que aunque se la hice a mi amiga María, para las fotos me la puse yo -de ahí a que a mí me quede un poquito grande, pero no pasa nada- y es a juego con la cartera de lentejuelas.

¡No me digáis que esta tela no es bonita!

Este encargo nace a raíz de la propia cartera. Como para ellas tuve que comprar tejido, sobró lo suficiente como para hacerle esta monada de minifalda.

En cuanto a patronaje no tiene nada particular: pinzas anuladas restando su profundidad al costado. Le incluí un forro cerrado en bolsa; la lentejuela es necesario rematarla de manera que no se vea el interior de la tela porque queda feo, y esta es la única manera.

Esta preciosidad de faldita fue la elección de María para su look de Nochevieja -Tardevieja, más bien-, que combinó con una camisa de cuero negro, y que quedaba genial.

¿Qué os parece una combinación así para la última noche del año? Como siempre os digo, deberíamos normalizar utilizar lentejuela todo el año, es un tejido tan bonito y vistoso que no podemos cerrarnos a llevarlo solamente en esas fechas…

¿Quién se apunta a la moda de la lentejuela y el brilli-brilli? ¡Cuento con vosotras!

NOCHEVEJA OPCIÓN 2

Pues parece ser que volvemos a quedarnos sin la noche de Nochevieja, aunque yo aprovecharé la tarde para brindar con mis amigos, y lucir el outfit del que os voy a hablar a continuación.

Se trata de un conjunto de dos piezas: falda de flecos y blusa de terciopelo.

Hacía un tiempo que me apetecía hacer una minifalda de flecos, y no se presentó mejor ocasión para lucirla que esta.

Para confeccionarla recurrí a un crepé negro. Partí del patrón base de falda, y en esta ocasión no anulé las pinzas, sino que las hice. La corté en recto, sin sacarle evasé porque después iba a coserle las bandas de 15 cm de fleco. Le añadí la cinturilla invisible y cremallera invisible lateral.

Para el cuerpo hice el patrón base doble y así poder sacar el cruce. Tenía claro que esta combinación de fleco y terciopelo. Este año no quería recurrir de nuevo a la lentejuela, aunque sí lo hice -como os enseñé en la primera opción– para el complemento.

Y esta es mi opción ganadora para la noche, ahora la tarde, del 31. Una propuesta sencilla pero con el toque festivo que la ocasión merece. ¿Os gusta más esta o la primera?

NOCHEVIEJA OPCIÓN 1

Si todo se mantiene como hasta ahora, este 31 de diciembre podremos celebrar la salida y entrada de año vestidos para la ocasión de verdad, y no en pijama como ocurriría el año pasado -yo lo hice con mi batita calentita puesta-.

Y yo, que sabéis cuánto me gusta idear looks para esta fecha, ya tengo dos opciones preparadas, una por el 2020 y otra por el 2021. Hoy os enseño la primera de ellas.

Este año me apetecía muchísimo trabajar con terciopelo; de hecho, no es la única prenda en la que he destinado este tejido. También me apetecía algo sencillo y no exclusivo de la última noche del año.

Por eso recurrí al siempre acertado LBD o little black dress. Os hablé de él e en febrero de 2020 introduciéndoos este diseño, y hoy, casi dos años después, os muestro cómo lo luciría en Nochevieja.

Como véis soy muy muy fiel a enseñar pierna. Siempre os cuento que suelo pecar de corta, y esta vez no iba a ser distinto. Y por eso lo hice bastante tapado por arriba, además de por la estación en la que estamos.

Partí, como siempre, del patrón base. Anulé las pinzas de talle restando su profundidad en el costado, y en el caso del delantero dejé la de pecho tal cual. Industrialicé el hombro para añadirle una hombrera de 2 cm porque me apetecía mucho hacerme un vestido de esta estética, y creo que es el comienzo de una obsesión, porque ahora me apetece ponérselas a todas mis prendas.

También quise hacerle un guiño a las espaldas escotadas con esta miniabertura en la mía. Yo hice un escote bastante discretito y situado por debajo del sujetador para poder llevarlo, y el resultado me encanta.

La manguita larga lo tenía decidido desde el principio. Creo que en el caso del LBD no me gusta una manga más cortita, aunque todo es probar.

Combiné mi diseño con el bolso de lentejuelas que os enseñe hace un mes. Yo le quité la cadenita porque me apetecía llevarla tipo cartera y que así la vierais en otro estilo. ¿Qué os parece?

INVITADA V

Aprovechando los últimos coletazos de este 2021 y la entrada en el mes de las celebraciones, luces y fiestas, os muestro una de mis últimas invitadas.

María del Carmen tenía la boda de un familiar a últimos de noviembre. Contactó conmigo porque yo iba a vestir a una invitada de esa misma boda -que os enseñaré más adelante- y todavía no tenía atuendo; ésta última le contó un poquito cómo trabajaba yo y le dio mi contacto. Entonces María del Carmen me explicó su idea, yo le di varias propuestas y decidió confiar en mis manos para su modelito.

Está acostumbrada ir con prendas ajustadas, y es algo que disfruta, así que esa era una parte importante para su vestido. Otra era la abertura de la falda, y otro el escote. Su vestido grita a voces sensualidad y feminidad, ¿verdad?

Hicimos la parte del cuerpo cruzada y con manga larga, a la que le incorporé un poquito de vuelo en la copa para que le aportara algo de gracia. Maria del Carmen quería añadir unos botoncitos, así que yo ideé este puño con esa finalidad, porque no quería ponérselos en el bajo de la manga sin más. Escogí dos botones pequeños y dorados como veis y a ella le encantaron. Le añadí también cazuelas para que armara un poquito más el pecho, y creo que el resultado, en este sentido, es óptimo.

La parte de la falda es la protagonista sin duda de esta prenda. Lleva una costura a la altura de la pinza donde añadí profundidad para conseguir un drapeado del que saliera dicha abertura. Entallé la costura trasera para conseguir que se marcara más la curva del culete y de esta manera estilizar más esta zona del cuerpo.

En un principio, ella quería que la falda fuera más corta por delante que por detrás, redondeando todo el bajo. Preparé el vestido para la prueba con el largo normal para coger el bajo con la curva que ella quisiera en ese mismo momento, pero le gustó tanto en recto que lo dejamos así. Rematé tanto el bajo como la abertura con una puntada invisible, porque no quería un pespunte visto en este vestido.

María del Carmen no podía estar más guapa en la boda, ¿no os parece?

¡Mil gracias de nuevo por confiar en mí y atreverte a ponerte en mis manos para una ocasión tan importante sin haberlo hecho antes! A mí me ha encantado trabajar en tu vestido, estoy enamorada de lo bien que lo luces y encantada de que un trocito de mi corazón -porque este vestido me lo ha robado- esté en tu armario.

Me encanta haber podido jugar con este diseño y enfrentarme, de nuevo, al reto de vestir a una persona para una ocasión especial.

BOLSO DE LENTEJUELAS

¿Qué os parece ir haciendo boca de cara a Nochevieja? Pues que no se diga más, ¡comenzamos!

María tenía una boda en noviembre, y aunque tenía todo listo para asistir, recurrió a mí para confeccionarle un complemento: el bolsito.

Ella quería mucho brilli-brilli, su elección de ropa era un sencillo mono en color rojo y un stiletto negro, todo ello combinado con un abrigo de este mismo color -cabe señalar que la boda tenía lugar en Oviedo-. Así que quería iluminar su outfit con la cartera, y a mí no me pudo gustar más su idea.

Así que me puse en búsqueda de la tela más brillante que nos encajaran, claro, en los tonos con que necesitábamos. Y fue cuando descubrí este terciopelo negro bordado con lentejuelas. ¿No me digáis que no es amor a primera vista? Para María y para mí lo fue.

Confeccioné con él una cartera de 20 x 18 cm aproximadamente, y lo complementé con una cadena en dorado, ya que María había escogido este metal para sus pendientes.

Para el forro recurrí a un tejido negro, y aunque opté por una cremallera vista, la coloqué de manera que no se viera.

¿Qué os parece este tipo de complementos? ¿Os gustaría que propusiera algunas opciones más para estas navidades?

FALDA MIDI BAJO ENCARGO

Creo que si algo tenemos en común las chicas que me seguís y yo es nuestro amor por las faldas midi. No hay ocasión en la que no quede bonita -y apropiada-, y además es apta durante todo el año, dependiendo de su tejido y sus colores.

Descubrí a Natalia hace algo más de un año, cuando se interesó por el kimono Florencia de mi primera colección cápsula y confió en mi trabajo para llevárselo a su casa. Es una crack del maquillaje que siempre apuesta por el trabajo tan personal, minucioso y artesanal de gente pequeñita que, como yo, está intentando hacerse un camino, cada uno en su mundo.

En uno de los recordatorios de la colección de faldas midi que lancé en octubre del año pasado, me propuso hacerle una, ya que el modelo que le gustaba se había agotado. ¿Cómo iba a decirle que no a una de las primeras personas que confió en mí sin tener referencias? Además, sabéis que hago por encargo cualquier prenda, tanto las que publico aquí en la web, como la que os apetezca en el momento.

Me dijo algunas características que quería que tuviera su falda y yo me puse a buscar el tejido perfecto. Le propuse varias opciones, pero, habiendo elegido uno ya, se cruzó en mi camino este precioso crepé de fondo blanco con flores en naranja, negro y verde caqui que me parecía que casaba a la perfección con su personalidad y su estética. ¡Y a Natalia le encantó!

Ella quería la falda igual que los diseños Edith e Iris: con la abertura de lado y botones. Además tenía muy claro que quería añadir también los bolsillos- ¿por qué será tan difícil encontrar faldas y vestidos con bolsillos incorporados en las tiendas en las que solemos comprar?- y las presillas para añadirle cinturón. Muchas veces, incluir este complemento aporta un toque necesario a los looks.

Me pareció buena idea incluir unos botones distintos. El clásico botón negro se me hacía muy soso y en naranja no me convencía al 100%. Pero estos en carey agrisado me enamoraron desde el minuto uno, y al colocarlos sobre el tejido vi que tenían que ser ellos: ni muy protagonistas, ni muy básicos, el diseño ideal para pasar desapercibido y no restarle protagonismo a la falda.

Natalia me ha cedido algunas fotos luciendo su falda para que podáis ver lo guapísima que está con ella. Me encanta la combinación que escogió para el look -muy yo-, y la falda no le puede quedar más bonita.

Muchísimas gracias a todas las chicas que seguís confiando en mi trabajo. Gracias a vosotras puedo seguir creciendo y aprendiendo, y no sabéis la ilusión cada vez que me decís algo bueno referente a mis prendas. ¡Espero que sigamos juntas en este camino muchos años más!

PICHI VERSIÓN VESTIDO

¿Os resulta familiar el diseño de hoy? Pues sí, es un pichie pero esta vez versión vestido, ¿Qué os parece?

He utilizado tanto mi pichi negro desde que lo confeccioné que este verano se me ocurrió hacerlo tipo vestido, al que estoy segura que seguiré recurriendo tanto o más.

Esta vez me decanté por un tejido en blanco, porque me apetecía así para combinarlo con un calzado en el mismo color -me encanta cómo queda-, aunque estoy deseando pensar looks más otoño-invernales para lucirlo. Ya se me está ocurriendo combinarlo con unos leotardos monos o medias de algún estampado invernal…

Para hacerlo partí del patrón del pichi pero lo modifiqué para hacerlo falda. Lo rematé igual que los pichis, y le añadí el clásico bolso de plastrón.

Para mostrároslo escogí una combinación básica: una camiseta negra. Siempre os cuento que soy fan de este estilo de prendas, y pienso que nos lo ponen más fácil en nuestro día a día a la hora de elegir la ropa.

Aproveché una escapada a Tavira, Portugal, para fotografiar el look en una de sus preciosas calles, y a decir verdad, apurando los últimos coletazos del verano. Me apetece muchísimo dejar atrás estos looks más veraniegos y adentrarme en la moda otoño-invierno.

¿Os gusta esta opción?